Mentalidad abierta, curiosa y flexible. ¿Qué significa?
Abierta: la mente es como el paracaídas si no está abierto no funciona.
Hoy más que nunca cuando estoy con mis clientes tengo que estar atenta a lo que llevo de mí a la sesión y si eso interfiere o no con el futuro que está creando mi cliente en la conversación de coaching.
Intento darle lugar a mi intuición, ver los cambios en las emociones, estar atenta a los gestos, las pistas que el cliente me da y que incluso no se da cuenta. Lo observo con mente y corazón abierto y se lo muestro sin querer tener razón.
Curiosa: me gusta ser juguetona, ir más allá y no tener preguntas dirigidas con una respuesta prediseñada, armada por mí. Me sintonizo con la posibilidad de ir a la par con el cliente, descubriendo y ampliando sus horizontes. Cada día me enfrento a nuevos clientes, con diferentes estructuras mentales y creencias. Cuando trabajo con gente de Asia y de otro lado del mundo, no puedo dar nada por sentado. Manejan escalas de valores diferentes, etiquetas de negocio diferentes, relación con el dinero, con los otros, con el tiempo diferente, formas diferentes de coordinar acciones y de relacionarse con los resultados. Siempre estoy atenta para mantenerme en ese estado de curiosidad.
Flexible: puede que el cliente cambie de objetivo, navegar y honrar al cliente curioso para cocrear algo hermoso, no tiene que ver conmigo o con él/ella, tratando de encontrar algo, sino desarrollarnos, tocar y ser tocados por la «mentalidad del coaching».
¿Cuál es el secreto de mi éxito? Siempre me enfoco en el cliente, estoy dispuesta a dejar de perseguir soluciones a los problemas y conectarme con la persona. Hace años abandoné el modelo transaccional de perseguir tareas y me enfoqué totalmente al modelo transformacional y eso me dio mi credencial PCC.
Por Marcela Fernández . Socia Directora de Liderarte Performance & Coaching – Campus33.