Las personalidades que contribuyen al Silicon Valley se han convertido en sinónimo de procesos inteligentes de innovación y éxito para las empresas. No solo porque los productos que resultan de sus sesiones de diseño cautivan al público, sino también por sus metodologías.
Una de ellas se llama Objectives and Key Results que es básicamente el secreto de Google, Netflix e Intel entre muchas otras. De hecho, en esta última trabajaba Andrew Grove, su creador.
¿Qué hace tan importante el establecer un objetivo? Imagina un objetivo como una bandera en el mapa pero ¿Cómo sabemos si estamos yendo en la dirección correcta? Usualmente se descubre hasta muy tarde, cuando el plazo vence y no se alcanzó el objetivo, una medida «post mortem» y un buen pasaporte al mundo de las excusas y explicaciones. Los OKRs son como ese mapa, con esos puntos intermedios con un marcador de distancia.
Se formulan con base en dos preguntas:
- ¿Dónde quiero ir?
- ¿Cómo voy a hacer para lograrlo?
Los 4 beneficios que podrías medir en ti mismo o tu organización al adoptar este marco son: Foco, Transparencia, Alineación y Anticipación.
Esto, porque los grandes objetivos son significativos, concretos, orientados a la acción e inspiradores. Dentro del diseño de estos objetivos se debe considerar que menos es más, se recomienda tener un máximo de 3 objetivos, para que te desafíes a que sean realmente los mejores, con estas características:
- Son metas ambiciosas e inspiradoras.
- Son cualitativos.
- Tienen un tiempo determinado.
- Son difíciles, pero no imposibles.
- Se relacionan con el futuro que te está llamando
Una buena forma de elaborar los indicadores de resultados clave es preguntarnos: ¿cómo sabemos si estamos alcanzado el objetivo? En esa respuesta está el indicador que significará el avance en el mapa, ese punto, que si lo alcanzas, te aproxima al éxito.
Sus características son:
- Medibles y calificables. (No plantees un KR – resultado clave – sin un número)
- Difíciles y retadores
- Al ejecutarse conducen al cumplimiento del objetivo.
Las iniciativas son, por su parte, la descripción de los pasos que darás para llegar allí.
El error común es pensar en el objetivo como algo que deberías evaluar cuando ya llegaste o se acerca el plazo final. A eso le llamamos <>. Son útiles y visibles pero no aportan un punto concreto de mejora.
Una primera modificación para adoptar el pensamiento con base en las OKRs es preguntarte ¿qué acciones te harán saber que estás avanzando, mejorando en lo que estás haciendo y asegurarte que alcanzarás tu objetivo.
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Autor:
Marcela Fernández
Principal – Liderarte Performance & Coaching
México-Argentina