Si quieres construir un barco, no hagas sonar los tambores para que las personas consigan madera, ni des órdenes, ni asignes tareas. Sólo háblales mucho tiempo acerca de la interminable inmensidad del mar.
Antoine de Saint-Exupery
Los líderes de hoy necesitan rescatar una vieja habilidad: «hacer preguntas». Pero un tipo particular de preguntas: «preguntas más grandes que la historia». Los coaches tenemos que estar haciendo preguntas poderosas e inspiradoras, preguntas para las cuales no tenemos respuestas y ayudarles a nuestros clientes a que hagan lo mismo: a hacer preguntas para las cuales no tienen respuestas y necesitan que otros los ayuden a encontrarlas. Expresar vulnerabilidad y pedir ayuda es una señal de fortaleza, demuestra que confiamos en el poder de las relaciones y en nuestra capacidad de co-crear juntos resultados inéditos, más allá de la historia.
El coach que encarna una mentalidad de coaching ayuda al cachee a explorar cómo puede aprender y desarrollarse en los mundos en los que navega. Cómo impacta y crea beneficios para él y todos los sistemas anidados a su sistema.
Desarrollar capacidades internamente para detectar oportunidades. Escuchar con ojos, escuchar el contexto, usar todos tus sentidos y los del cliente al servicio de sus más altas posibilidades futuras.
Con nuestra intuición, con esa certeza inexplicable. Es hora de que le abras espacio a esa sabiduría. Reconócela, acepta tu don y ponlo al servicio de tus clientes de manera respetuosa.
Para ponernos al servicio delas posibilidades del cliente y crear espacios donde el otro pueda expresarse. Estar conectados con el cliente,su ritmo y su proceso de expansión.
Por Marcela Fernández . Socia Directora de Liderarte Performance & Coaching
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