
El ejercicio de la confianza nos hace más sabios y también más independientes, pues podemos soltar sus opuestos: la desconfianza, la duda, que nos quita posibilidad de expandirnos.
Cada día, al despertarnos, sin darnos cuenta confiamos… Confiamos que el servicio de luz funcione, confiamos al subir a un avión que su tripulación nos lleve a buen destino, confiamos en nuestra pareja y en relaciones sanas…
¿Qué nos pasa cuando la desconfianza es más que uno mismo?
Nuestras relaciones se tornan insatisfactorias. Creamos fantasmas de dudas que nos impiden fluir.
¿Qué pasa con los niños cuando comienzan a caminar? CONFÍAN… en la voz del adulto que los guía!!!
Hoy queremos hablar de “Confianza” desde dos bases, la primera y fundamental el aprender a confiar en nosotros mismos, para luego saber cómo confiar en los otros.
Somos nosotros los que desde nuestra percepción otorgamos la confianza a quien consideramos que se lo merece.
No hablamos de una “Confianza ciega” sin fundamentos, sino del camino de aprender a soltar, a confiar desde la precaución, desde el cuidado de lo que sí se vale o no se vale…
Este ejercicio de la Confianza nos permite movernos desde la soltura, la creatividad y el bienestar. Y así dejamos de lado la duda, que cuando se agranda más que nosotros mismos, nos quita el poder de Ser.
Te deseamos lo mejor en este camino del aprender a confiar en ti!
Próximamente más temas y ejercicios sobre Confianza. Síguenos en las redes!
Que tengas un hermoso día!
María Gámez. Coordinadora de Cursos y Certificaciones Online. Campus33, Liderarte
Contáctanos
cursos@campus33.com